Dos chicos jóvenes, sin la experiencia necesaria en el sector de la construcción, mueren electrocutados en una casa en Long Island. ¿Puede una familia de un trabajador indocumentado comenzar o continuar desde el exterior una demanda si este trabajador muere en un accidente de construcción en Estados Unidos?
Por: Mercedes Cano
Si, definitivamente si lo puede hacer. Los invito a leer este caso que mi firma ayudó a investigar y a preparar por varios años hasta que logramos que la familia de nuestro cliente fuese remunerada por la muerte de un joven inmigrante recién llegado a Nueva York.
Dos jóvenes, menores de 22 años de edad, llegan a Nueva York con la misma ilusión con que llegamos todos. Al tercer día de haber llegado, un conocido les ofrece un trabajo cambiando unas ventanas en una casa privada en Long Island. El conocido tenía una pequeña empresa y le trabajaba a otra gran empresa de ventanas como subcontratista.
Trabajaron muy duro durante todo el día. Al final de la tarde, tenían que desarmar los andamios que previamente habían instalado alrededor de la casa. Casi al final de la jornada laboral, el subcontratista fue al correo a enviar una carta urgente de un pago y les pidió desarmar el andamio mientras regresaba.
Los dos chicos empezaron a desarmar el andamio, sin el entrenamiento necesario para entrar a una obra y sin conocer el engranaje del área; mientras desarmaban el andamio, accidentalmente tocaron los cables de la luz de afuera de la casa y se electrocutaron inmediatamente. Ambos murieron electrocutados.
Cuando el subcontratista regresó, ya habían llegado los bomberos, la compañía de electricidad, las ambulancias, y los vecinos. El vecindario se había quedado sin luz. Imagínense la corriente que estos dos jóvenes recibieron.
Una vez conocido el reporte, el subcontratista, la empresa que contrató al subcontratista y el dueño de la casa, se quedaron callados. Un familiar de uno de los chicos vino a verme al despacho a contarme lo que había pasado y para informarse sobre cómo enviar el cuerpo calcinado del joven de regreso a su país.
Inmediatamente nos pusimos en contacto con la familia del joven en su país. Conseguimos poderes para actuar en el nombre de la esposa y del hijo, un niño de pocos años que el joven había dejado por ir en busca de una mejor vida para ellos. Luego nos dimos a la tarea de investigar acerca del subcontratista, que cerró la compañía y desapareció como el humo.
Empezamos la demanda por la muerte de uno de los jóvenes contra la compañía que había subcontratado, contra el subcontratista y contra el dueño de la casa en Long Island.
El litigio tomó años debido a que la familia del difunto nunca pudo obtener una visa para entrar a los EEUU y fue necesario tomar las declaraciones a los familiares del difunto en el país de origen para el litigio de este caso.
Fue necesario hacer las declaraciones bajo ciertos parámetros legales, con abogados de ambas partes y en notarías para que las declaraciones tuvieran la legalidad necesaria en una corte de Nueva York.
Una inversión significativamente considerable en tiempo y dinero, pues creíamos que la compañía que instalaba las ventanas había sido negligente en contratar un subcontratista que no entrenara debidamente a sus empleados, independiente de si estos tuvieran o no documentos.  
La primera batalla contra la compañía del subcontratista, desaparecida y sin seguro de compensación a trabajadores, fue en la corte de compensación del trabajador. En esta estancia, el Estado de Nueva York responde por la muerte de este joven, pagando una suma mensual a sus herederos -independiente de dónde estén-, siempre y cuando pruebe el lazo familiar y califiquen como familiares inmediatos: padres, cónyuges o hijos menores de edad.
El Estado persigue y multa a las compañías cuando no tienen el Seguro de Compensación o cuando no reportan a todos sus trabajadores.  
La segunda batalla, la más difícil, fue la demanda contra el dueño de la casa y la compañía de las ventanas, que aseguraban que ni siquiera conocían a los jóvenes, que no tenían record de que alguna vez hubieran trabajado para ellos, etc.
Finalmente, después de varios años de litigio, la familia del joven fallecido aceptó una cantidad de dinero, que desde luego nunca compensará la perdida de la vida de este joven, pero que ayudará a la viuda en la crianza y educación de su hijo.
Consejo legal para todos los trabajadores en los Estados Unidos
– Tener un abogado de confianza que conozca su trayectoria en este país: dónde usted trabaja, vive, quién es su familia, contactos, etc.
– Dejarle saber a su familia cómo contactar a ese abogado de confianza.
– Tener listas copias de actas de nacimiento de sus hijos, esposos/as y la suya, incluyendo el contacto de sus padres, si aún viven.
– Hacer un testamento dejando sus pertenencias a sus familiares inmediatos.
– Si tiene diferentes trabajos, guarde en casa la información de cada compañía, incluyendo el nombre del dueño.
Contáctenos para una consulta y cuente con un abogado de confianza que velará por usted en caso de accidente y en un futuro poder ayudar a sus familiares.
Se recomienda tomar fotos -con discreción- de la dirección donde trabaja o la placa del carro que lo transporta hasta allí.
Si usted esta en medio de un proceso legal o esta a punto de iniciarlo y necesita asesoría legal, no dude en contactarnos para hacer una evaluación de su caso, puede llamarnos a nuestro teléfono 718-505-8506 o en nuestro  Formulario de contacto.
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